Como en otros ámbitos de la salud, existen muchos mitos sobre el sueño que generan informaciones falsas y, como consecuencia, hábitos erróneos. Seguramente has oído algunos de ellos a lo largo de tu vida, y ha llegado la hora de disiparlos.
Las horas de sueño se recuperan
Las horas de sueño perdidas no se recuperan. Esto quiere decir que dormir 2 horas y luego pensar en recuperarlas al día siguiente no funciona.
La falta de sueño está estrictamente vinculada con una más alta probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad y otros trastornos médicos y psicológicos. Por esta misma razón, es necesario tener una rutina de sueño constante, dormir un mínimo de horas por noche y más o menos siempre en el mismo horario, evitando dormir muy poco un día o demasiado otro pensando que lo recuperaremos más adelante, ya que no es posible.
Roncar es normal e inocuo
Aunque roncar sea algo muy común, no quiere necesariamente decir que no conlleve problemas. Al contrario, los ronquidos pueden indicar problemas respiratorios o de sueño, como la apnea de sueño, que a la larga puede llevar a problemas más serios. Se trata de otro de los mitos sobre el sueño. Es necesario consultar a un especialista para comprobar que los ronquidos no sean causados por este trastorno y sean, efectivamente, inofensivos.
Tener sueño durante el día indica que hay que dormir más
La somnolencia diurna no es un signo de que hay que dormir más horas, sino que hay que dormir mejor. Tener sueño durante el día quiere decir que no estamos durmiendo bien (nos despertamos varias veces, tardamos mucho en dormirnos, etc.) y que nuestra calidad del sueño no es buena.
Las personas mayores necesitan dormir menos horas
Con la edad, es normal dormir menos horas durante la noche. Esto no quiere decir que las personas mayores necesiten dormir menos horas, sino que es común dormir menos por la noche y compensar tomando siestas durante el día. Los expertos desmienten uno más de los mitos sobre el sueño y recomiendan dormir siempre un mínimo de entre 7 y 9 horas por noche.
Mientras duermes, tu cerebro descansa
Lo único que descansa durante el sueño es el cuerpo. Aunque no pare, durante el sueño nuestro cerebro se “recarga”. El cerebro sigue activo para que nuestras funciones vitales, como la respiración, puedan seguir funcionando. Además, es el cerebro el responsable de los sueños que tenemos todas las noches mientras dormimos.