Es muy probable que, al tener alguna dolencia o enfermedad, hayas buscado información en internet sobre los síntomas y posibles tratamientos a esas dolencias. Según un estudio del CIS, uno de cada tres españoles realiza esta búsqueda habitualmente. Hacerlo es un comportamiento normal, a no ser que se convierta en una obsesión. Entonces se trata de un problema de cibercondría o hipocondría digital.
Este problema sucede cuando una persona hipocondríaca -que se preocupa excesivamente por su salud y piensa constantemente que tiene graves problemas de salud- busca información en internet de manera compulsiva para comprobar si tiene síntomas descritos en la web para, posteriormente, autodiagnosticarse.
Para evitar este “efecto secundario” de la era digital, es importante acudir a información creíble, con fuentes fiables y con contenidos elaborados por profesionales del sector. Una vez leído, debes ir al médico para someterte a un examen y descubrir si existen motivos para preocuparse o no. Si en vez de seguir estos pasos, consultas internet y se te acelera el ritmo cardíaco, es posible que padezcas de cibercondría.