¿Qué es la somnolencia en ancianos?
La somnolencia también es conocida como la hipersomnia que, como su nombre bien indica, significa que hay una excesividad de sueño durante períodos prolongados (normalmente se puede denominar somnolencia cuando el paciente está más de cuatro semanas seguidas experimentando este trastorno). La somnolencia supone un problema entre las personas mayores principalmente porque viven en un estado de cansancio continuo, de manera que no tienen períodos de actividad, sino más bien de reposo (incluso habiéndose echado una o varias siestas, muy comunes en este sector de la población). Y decimos que supone un problema porque, si se generan muchas situaciones así, puede afectar en el funcionamiento de sus cuerpos y organismos, el rendimiento intelectual y se alteraría también el riesgo de sufrir caídas importantes.
Por otro lado y siguiendo lo que estamos comentando, también debemos tener en cuenta que la somnolencia en una persona joven o adulta no tiene los mismos efectos o las mismas consecuencias que en una persona mayor. En estas últimas, se pueden producir problemas más graves como por ejemplo cambios en sus conductas y sus estados de ánimo en momentos determinados. Cuando una persona está cansada uno de los efectos que sufre es la desmotivación y, si una persona mayor tiene poca actividad, si sufre somnolencia tendrá menos y estará menos motivada para hacerla.
Los ancianos y ancianas que tienen hipersomnia dedican muchas más horas a descansar que a ejercitar sus cuerpos y sus mentes, por lo tanto cada vez será más difícil (tanto para ellos como para las personas que los acompañan) poder comunicarse e incluso realizar tareas tan simples como ir al baño o comer. Es posible que, en ocasiones, también se pueda llegar a complicar la situación si la persona mayor en cuestión ya padece algún tipo de enfermedad, como por ejemplo el Parkinson. Es por eso que recomendamos un seguimiento estricto de la enfermedad y un cuidado extremo si vemos que aparecen estos síntomas en nuestros mayores. También debemos destacar que, algunas personas mayores que padecen algún tipo de deterioro cognitivo, puede que padezcan también (en menor intensidad) somnolencia durante el día. Eso es debido a los medicamentos que se toman, y por lo tanto debemos estar nuevamente muy atentos por si se agrava.
Causas de la somnolencia en ancianos
Hemos hablado de algunas causas que pueden derivar a que las personas mayores tengan somnolencia, aunque también queremos hablar de esos factores que pueden provocar una hipersomnia excesiva:
Fármacos. Son unos de los principales causantes de otros trastornos en personas mayores, dado que es probable que en la mayoría de los casos la persona en cuestión tome más de un medicamento al día (o incluso varios si tiene alguna enfermedad destacable). Normalmente las personas mayores toman pastillas para coger el sueño más fácilmente, y se tienen que ir controlando las dosis (con ayuda de un especialista) para no provocar este trastorno. También pueden empeorar estos síntomas los antidepresivos, los anticonvulsionantes, antipsicóticos y antiparkinsonianos.
Derivados de trastornos del sueño. Una persona (ya sea joven, adulta o mayor) que ya padece de insomnio, es muy probable que acabe padeciendo también el trastorno de la somnolencia. Dado que el insomnio impide conciliar el sueño de manera óptima, tiene sentido que esa persona acabe experimentando también hipersomnia porque no descansa de forma adecuada. Concretamente en las personas mayores, a parte del insomnio, también se pueden dar causas como el nerviosismo (personas que tienen tendencia a estar más nerviosas o a padecer ansiedad) o aquellas diagnosticadas con el SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño), que principalmente se caracteriza por tener pausas frecuentes de la respiración y que, por lo tanto, producen interrupciones en el descanso de dichas personas.
Condiciones médicas. Como hemos comentado antes, si una persona mayor sufre algún tipo de trastorno en el sistema cognitivo o nervioso, tiene más números de desarrollar la somnolencia. Nos referimos a personas mayores que padecen demencia senil o incluso la enfermedad del Alzheimer, dado que también es una enfermedad progresiva y con el paso del tiempo se va haciendo más visible y más real. También puede darse en personas que tienen algunos dolores crónicos que ya afectaba a su sueño anteriormente. Esto incrementará la necesidad de dormir y descansar durante más horas.
Síntomas de la somnolencia
Uno de los momentos en los que la somnolencia es más molesta es que se produzca durante el día, dado que la persona está descansando en horas que debería estar despierta y activa en situaciones normales. Por eso, el primer síntoma claro de este trastorno es sin duda la fatiga. Una persona que duerme menos horas de lo común estará más cansada que el resto.
Y esta fatiga nos lleva a la dificultad para realizar algunas actividades en concreto o simplemente a mantenerse activo durante las horas del día, por lo tanto veremos claramente que la persona mayor en cuestión tarda más en realizar cualquier movimiento o actividad y, en consecuencia, podría suponer una limitación grave en el tiempo.
Por último, si sumamos la fatiga con la dificultad de hacer ciertos tipos de movimientos o ejercicios, veremos que los mayores se vuelven más apáticos, incluso con algún síntoma depresivo y de frustración porque ellos mismo saben que no están al 100%. Luego también se pueden producir desorientaciones, pérdidas de concentración, falta de comunicación y coordinación.
Tratamiento para la somnolencia en mayores
Para poder tratar la somnolencia en personas mayores de la mejor forma posible, os dejamos por aquí los pasos a seguir:
- Identificar la causa de la somnolencia.
- Consultar con especialistas remedios para la conciliación del sueño.
- Acudir al médico si es necesaria la aplicación de fármacos.
Es importante tener en cuenta que, una vez hayamos detectado el principal síntoma, antes que acudir al médico probemos de solventarlo con remedios caseros (infusiones determinadas, pastillas naturales para dormir, etc). Si podemos evitar la inclusión de más fármacos en las personas mayores, es óptimo tanto para ellos como para los familiares y/o cuidadores. De no ser así, recomendamos siempre acudir al médico de confianza y/o especialista en cuestión para poder tener un diagnóstico adecuado y proporcionar la mejor solución o tratamiento para la persona mayor.