Muchos estudios han demostrado que la alimentación tiene un papel fundamental en la mejora y la conservación de la memoria durante el proceso de envejecimiento. La nutrición es esencial en el desarrollo.
Se han hallado relaciones prometedoras entre la ingesta de algunos nutrientes y la salud cerebral en el envejecimiento. Se trata de una importante vía abierta de investigación. En la tercera edad es crucial la ingesta adecuada de alimentos que aporten al cerebro una buena provisión de nutrientes para mantenerse en forma.
Una dieta saludable es básica para ayudar a conservar y fortalecer la memoria de nuestros mayores y, a su vez, a mejorar el funcionamiento cerebral. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa cuya prevalencia ha aumentado con los años a la vez que lo ha hecho la esperanza de vida. Su desarrollo depende de varios factores de riesgo, algunos de ellos son modificables y otros no. De estos, algunos no se pueden modificar, por ejemplo, la genética y la edad.
Pero, el estilo de vida también puede contribuir a la progresión (o prevención) del Alzheimer. Algunos de estos factores son la obesidad, la hipertensión y la diabetes. Para evitarlos se debe seguir una dieta adecuada, tener hábitos saludables que puedan promover la salud cerebral y, por tanto, prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Para revitalizar la memoria, la concentración, el aprendizaje y reforzar las neuronas, es crucial seguir una correcta alimentación en la tercera edad.
¿En qué consiste una dieta adecuada?
– Asegurar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes
La vitamina E (frutos secos, semillas, aceitunas…) y C (kiwi, el pimiento rojo, los cítricos…) tienen una función antioxidante, protegiendo a las células del estrés oxidativo provocado por los radicales libres. Los flavonoides son sustancias con una gran capacidad antioxidante y antiinflamatoria (frutos rojos, uvas, naranja…), verduras (brócoli, cebolla, espárragos…), legumbres y té, entre otros.
– Comer 2 o 3 raciones de pescado azul a la semana
Priorizar aquellas especies con bajo-medio contenido en mercurio (anchoa, caballa, salmón, sardinas, etc.). Su contenido en ácidos grasos omega 3, en especial de ácido docosahexaenoico (DHA) otorga efectos beneficioso para la salud, tales como, un mejor rendimiento de la actividad cognitiva.
– Incluir diariamente alimentos ricos en vitaminas del grupo B.
Las vitaminas del grupo B, especialmente piridoxina (B6), ácido fólico (B9) y vitamina B12. Unos niveles óptimos de estas vitaminas están relacionados con la ralentización del deterioro cognitivo. Las vitaminas B6 y B9 se encuentran en pescados, espinacas, hígado, garbanzos, frutos secos, soja y verduras crucíferas (brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas, etc.). La vitamina B12 está presente en aquellos alimentos de origen animal: carnes, aves, pescado, marisco, huevo y productos lácteos.
– Escoger el agua como bebida principal
Se recomienda una ingesta aproximada de 2 litros de agua al día, teniendo en cuenta el agua presente en otros líquidos como leche, infusiones, caldos y sopa, así como el agua contenida en frutas y verduras. Beber agua permite una buena hidratación, que es esencial para mantener la salud física y mental a cualquier edad.
Evitar la deficiencia de vitamina D
La vitamina D cumple con numerosas funciones en nuestro organismo, principalmente la regulación de los niveles de calcio y fósforo en el aparato digestivo, lo cual está implicado en la formación y mantenimiento de huesos y dientes.
Algunas investigaciones relacionan el déficit de vitamina D con mayor riesgo de varias formas de demencia.
¿Cómo subir los niveles de vitamina D?
- Aumentar el tiempo de exposición solar y añadir a la dieta productos lácteos, huevos y pescado azul.
- Hay productos enriquecidos en vitamina D, como yogures, mantequillas y cereales.
- A veces puede ser necesario tomar un suplemento de vitamina D siempre si lo indica un médico.
- Adoptar los pilares de la dieta mediterránea, que otorga beneficios para la salud cardiovascular y, consecuentemente, también para nuestro cerebro. Se basa en la obtención de grasa a través del aceite de oliva, el pescado azul y los frutos secos.
- Fomentar la incorporación de cereales, vegetales y legumbres como base del plato acompañados de carnes magras, pescado y huevos y la ingesta de fruta (3 raciones diarias).
¿Qué nutrientes son necesarios para mejorar la memoria de los mayores?
Es esencial que los alimentos que se incluyan en la dieta de las personas mayores aporten los siguientes nutrientes:
- Hidratos de carbono: aportan glucosa.
- Glucosa: fuente de energía más importante del cuerpo humano.
- Proteínas: influyen en la construcción del músculo y aportan aminoácidos esenciales para garantizar el correcto funcionamiento del cerebro.
- Grasas saludables: aportan nutrición a las células.
- Vitaminas y minerales: estimulan los procesos metabólicos del cuerpo.
No se puede olvidar la importancia de beber agua en la tercera edad porque la falta de hidratación produce malestar, confusión, depresión y una reducción importante de las funciones cerebrales.
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