¿Cuáles son los principales síntomas del Alzheimer? Cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de cuidar la mente y de saber observar los síntomas para comenzar un tratamiento o las ayudas necesarias. Pero para eso lo primero que tenemos que hacer es conocer qué enfermedades pueden afectar a nuestro cerebro. Por suerte, hoy en día los tabúes sobre este tipo de conversaciones están casi desterrados y podemos hablar sobre ellos para hacer todo lo que podamos por paliar los síntomas.
Uno de los trastornos cerebrales más conocidos es el Alzheimer, ya que afecta a muchas personas, sobre todo a nuestros mayores. Se trata de una de las enfermedades más tristes, pues borra muchos de los recuerdos de la persona que lo sufre, haciendo que no llegue a reconocer a su propia familia. Lidiar con esta situación es muy complejo para los familiares o los cuidadores, ya que un día puede recordar pero al otro no.
Por ello, no vale solamente con cuidar, sino que también es necesario observar si aparecen síntomas para estar preparados e informados, tomando cuando sea necesario las medidas que toquen. Hoy comentaremos los 10 primeros síntomas del Alzheimer y veremos un poco más en profundidad en qué consiste este trastorno para que no haya ninguna duda. Por supuesto, si hay alguna sospecha de la aparición de esta enfermedad, tanto en uno mismo como en un familiar, el siguiente paso siempre deberá ser acudir al médico. De momento, evitemos la información engañosa y veamos cómo gestionar una situación similar.
¿Qué es el Alzheimer?
Contestemos primero a la pregunta más importante: ¿qué es esta enfermedad? Su nombre nos puede sonar e incluso podemos conocer a algún pariente que la padezca, pero a menudo los síntomas o la propia enfermedad se minimizan a un mero ‘olvido’. Este trastorno del cerebro humano es mucho más que eso: aunque va destruyendo el cerebro y, poco a poco, los recuerdos, también altera la capacidad de pensar. Con el paso del tiempo hará tanto daño que es probable que la persona pierda incluso la capacidad de llevar a cabo tareas diarias que había hecho toda la vida.
Pese a ser de conocimiento popular, para los científicos este trastorno es un misterio, pues no se sabe aún la causa exacta de su desarrollo o aparición. Se sospechan, sin embargo, algunas causas:
Cambios en el cerebro por la edad
Cambios en el cerebro por la edad (inflamación, daños en los vasos sanguíneos, menor producción de energía dentro de las células…), ya que nuestros mayores son el sector poblacional con más probabilidades de desarrollarlo. Todas estos fallos acaban dañando las neuronas y de ahí pasan a otras células cerebrales.
Cambios en los genes
Cambios en los genes (probablemente hereditarios). Existen 2 tipos de Alzheimer, el que se produce a una edad muy temprana (entre 30 y 65 años) y otro de inicio tardío (a partir de 65 años). Ambos están relacionados con los genes, por lo que si una persona cuenta con otra afección genética, como síndrome de Down, tendrá más posibilidades de padecer este trastorno conforme se vayan haciendo mayores.
La salud general de la persona
La salud general de la persona, además de las condiciones ambientales y el estilo de vida que lleve. Son muchos los factores que inducen a la aparición de este trastorno, ya que, por poco que sea, afectan a nuestra salud (exposición a elementos contaminantes, mala alimentación…). Quizá no podamos evitar la aparición del Alzheimer, pero sí podemos cuidarnos para afrontarlo con más fuerza y salud.
Antes de continuar queremos hacer una aclaración que nos parece muy importante: a menudo al Alzheimer también se le llama de forma coloquial demencia. Pueden compartir ciertos síntomas, pero no son lo mismo y no debemos confundir ambas afecciones ni llamarlas por lo que no son.
La demencia está considerada como una condición médica distinta de los lapsus de memoria relacionados con el envejecimiento cerebral. El Alzheimer es una enfermedad que necesita un tratamiento continuo y que tiene otros síntomas relacionados con ella, mientras que la demencia, por otro lado, es un síndrome que conlleva un deterioro cognitivo.
Los 10 primeros síntomas del Alzheimer
Lo más importante ante una enfermedad es detectarla a tiempo para poder proceder con el tratamiento lo antes posible. De esta forma mitigamos los síntomas y ayudamos a una pronta recuperación. Con el Alzheimer es igual de importante proceder de esta forma para comenzar un cambio de hábitos y que los familiares también ayuden en este nuevo estado.
Como siempre, ante cualquier duda o sospecha lo indispensable será acudir al centro médico, pero podemos estar atentos a esos síntomas tempranos de la enfermedad para actuar cuando sea necesario. Te dejamos los 10 primeros síntomas del Alzheimer más comunes:
Olvidar información reciente
Es una de las señales más comunes y la que hace que se sospeche que una persona pueda tener Alzheimer. Olvidar información que se acaba de recordar o de decir hace que el día a día empiece a ser un poco más difícil, ya que se olvidan fechas o tareas y hay que pedir constantemente que los demás repitan la información.
Dificultad para planificar o resolver problemas
Pasemos al segundo síntoma más temprano: el hecho de que a la persona de la que se sospecha tiene Alzheimer le resulte difícil seguir una planificación o trabajar con números. Puede ser que las tareas que antes realizaba sin dificultad ahora sean un poco más complicadas o que les cuesta recordar algo muy conocido.
Dificultad en tareas habituales
Como en el punto anterior, las actividades del día a día se pueden convertir en un problema en los estados iniciales de la enfermedad. Les dificulta realizar tareas cotidianas, recordar cosas que antes recordaban sin problema o llegar a algún lugar que han frecuentado durante mucho tiempo.
Perder la noción del tiempo y de lugar
Al igual que la confusión al llegar a un sitio, también pueden confundir los días de la semana en los que están. Este síntoma puede ser un poco confuso, ya que a cualquier persona le puede pasar que no sepan momentáneamente qué día es, pero aquellas personas que están desarrollando Alzheimer les es más difícil volver a ubicarse y no solamente pueden olvidarse de la fecha, sino que incluso de la estación que es o del tiempo que ha transcurrido. Se han dado casos también de personas que se olvidan de repente de dónde se encuentran o de cómo han llegado a ese sitio.
No comprender imágenes
No se trata de no entenderlas, sino de no ‘verlas bien’; pueden aparecer dificultades en la lectura que antes no se tenían, para entender las distancias en el espacio y para detectar colores. Aunque sea probablemente el síntoma de las primeras fases de la enfermedad menos conocidas debemos tenerlo en cuenta, especialmente si la persona de la que creemos que tiene Alzheimer es mayor. Deberemos acudir a un médico que nos ayude a investigar si estos problemas son por la edad o por otra causa.
Problemas para hablar
En este punto también debemos diferenciar la dificultad de encontrar la palabra exacta que necesitamos y tener problemas a la hora de interactuar en una conversación o de seguirla al no encontrar las palabras adecuadas y que queremos usar.
Pérdida de objetos
Otro de los 10 primeros síntomas del Alzheimer más habituales: la enfermedad hace que dejen objetos en lugares en los que normalmente no los dejarían o no sea común hacerlo. A esa dificultad de encontrarlos de nuevo se suma que no lo recuerdan, cosa que lleva a menudo a la persona a decir que le han robado. El problema radica en que no son capaces de ‘volver sobre sus pasos’ e intentar recordar dónde han puesto lo que buscan.
Problemas para tomar decisiones
Hay que prestar especial atención también a cambios en la conducta o en los hábitos, ya que es posible que dejen de realizar tareas cotidianas relacionadas con su higiene, su aseo personal y su vestimenta, ya que no recuerden si han realizado esas tareas o no.
Pérdida de iniciativa
Otra de las manifestaciones, que no tiene porqué darse obligatoriamente, es que la persona con Alzheimer deje de participar en actividades sociales o ya no quede con amigos y familiares cuando antes sí lo hacía. Es posible que pierdan las ganas o la iniciativa de hacer deporte, participen en proyectos del trabajo o personales, etc. Es necesario estar ojo avizor, sobre todo si sospechamos de una persona mayor.
Cambios en el humor o en la personalidad
La confusión y el olvido constante de recuerdos o de tareas pendientes traerá consigo, por supuesto, cambios en la conducta. Es posible que las personas con esta enfermedad estén más confundidas, deprimidas o sospechosas casi constantemente, pues pueden no saber qué está ocurriendo o cómo han llegado a ese sitio de repente. De ahí que muchas veces sus relaciones con familiares, amigos o con personas del trabajo se vean afectadas.
Sin embargo, siempre que se necesite viene bien una pequeña ayuda. Siempre decimos que la previsión es una de las mejores curas, por lo que contar con un dispositivo que monitoree las constantes vitales y avise a una ambulancia en caso de caída puede ser un salvavidas para nuestro mayor y un extra de tranquilidad para toda la familia.
Por eso, por el bienestar de las personas mayores y por la unión de la familia, Durcal ha creado su reloj de teleasistencia, conectado con la central de emergencias las 24 horas del día. Con solo pulsarlo se pondrá en contacto con ella para atender la emergencia gracias a su micrófono y altavoz integrados.
La familia también podrá estar tranquila y acudir en cuanto haga falta gracias a nuestra aplicación móvil recibiendo avisos en tiempo real y consultando sus constantes vitales para estar ahí cuando haga falta. Si quieres saber más de nuestro reloj o tienes alguna duda en concreto puedes ponerte en contacto con nuestro equipo, que te asesorará en tu caso específico.