¿Te has sentido alguna vez con poca energía y de repente todo te daba vueltas sin parar hasta el punto de caerte? Aunque no suelen ser señales graves porque mejoran de forma rápida y son fáciles de tratar, el sentirse mareado o fatigado es un aviso que nos está enviando nuestro cuerpo sobre algo que está defectuoso o va mal.
El cuerpo es la máquina perfecta, si algo no funciona bien o deja de hacerlo nos envía mensajes de advertencia para que lo arreglemos. Si eso lo vamos posponiendo con el tiempo, al final, los avisos son más frecuentes y graves hasta que el cuerpo dice basta. Pero no nos alarmemos, casi todo tiene solución si nos damos cuenta a tiempo y le ponemos remedio.
El mareo es una sensación que tenemos cuando podemos estar a punto de desmayarnos, aunque también muchas veces conlleva la sensación de vértigo y que todo te da vueltas sin moverte del sitio con posible pérdida del equilibrio. Pero, ¿por qué tenemos esta sensación? ¿De qué nos está avisando nuestro cuerpo?
Posibles causas de los mareos
Hay muchas condiciones que te pueden hacerte sentir cansado y mareado. A continuación vamos a ver cinco de sus posibles causas.
1- Anemia
La anemia es la falta de glóbulos rojos que transportan oxígeno al cerebro, o no trabajan de forma adecuada. Otra posible causa de la anemia, más habitual, es la mala alimentación donde el cuerpo no recibe los suficientes nutrientes y vitaminas para trabajar correctamente.
2- Problemas en el oído interno
El oído interno está formado por unas estructuras que informan al cerebro del movimiento y la posición. Cuando estas informaciones son recibidas, se procesan y el cerebro ajusta los movimientos y la posición para mantener el equilibrio. Si una de estas estructuras falla o existe un problema en ellas, es cuando las sensaciones de mareo o vértigo aparecen. Trastornos como la enfermedad de Ménière o la Neuronitis vestibular provocan este tipo de sensaciones acompañadas de vómitos, zumbidos en los oídos, entre otros.
3- Tensión o presión arterial baja
La presión arterial es la fuerza con la que la sangre se empuja a las paredes de los vasos sanguíneos. Cuando está presión baja o cae, como primeras consecuencias es la sensación de fatiga o mareo.
En estos casos, es recomendable introducir sal en tu dieta, beber agua durante el día para hidratarte, y/o también ayuda el uso de medias de compresión.
4- Bajo nivel de azúcar en sangre
La glucosa es otro de los elementos de nuestro cuerpo que nos aporta energía, cuando el nivel de ésta cae, nos sentimos fatigados o mareados. Es una situación muy parecida cuando tienes la tensión baja.
En estos casos, son muy útiles las bebidas energéticas u otra fuente rápida de carbohidratos, y después ingiere comida nutritiva para aliviar los síntomas de mareo y subir tus niveles de azúcar.
5- Deshidratación
En situaciones de climas calientes, aglomeraciones de gente o realizando ejercicios, es muy fácil que el cuerpo vaya perdiendo líquidos si no tomas suficiente agua.
Para tratar este tipo de situación, es recomendable beber mucha agua o, para restaurar los electrolitos, agua con limón. Verás que la sensación de mareo irá desapareciendo. En casos de deshidratación extrema, mejor acudir al hospital.
