El sueño todavía sigue siendo una parte misteriosa de nuestra vida diaria. Todo lo que realicemos durante el día, en general, se ve reflejada una vez cerramos los ojos y nos dejamos llevar por el descanso.
A partir de ese momento, de forma inconsciente, nuestro cuerpo va respondiendo a los estímulos que le envía el cerebro mientras va descargando toda la información que ha recibido.
Con relación al artículo que publicamos hace unos días sobre una parasomnia bastante frecuente y angustiosa, la parálisis del sueño, hoy nos enfrentaremos a otros trastornos que nos pueden afectar de forma más o menos grave en nuestro día a día, e impedirnos llevar una vida normal.
La Narcolepsia
Esta enfermedad se caracteriza por tener un excesiva somnolencia diurna. Es un trastorno neurológico que provoca un descenso del tono muscular y ataques de sueño progresivos o bruscos. Las personas que sufren esta enfermedad tienen dificultades o no pueden hacer actividades cotidianas como conducir, ya que, estos episodios pueden aparecer de repente, es algo que no se puede controlar y su duración suele estar entre minutos y horas.
La persona también puede sufrir episodios de parálisis del sueño, así como, alucinaciones y sueño fragmentado a lo largo de la noche.
Consejos
Realizar una limpieza del sueño, es decir, tener un horario de sueño regular y aumentar las horas es fundamental para poder aliviar este trastorno y así disminuir sus efectos. También es aconsejable evitar el alcohol, los medicamentos contra la depresión que afecten al sistema nervioso, hacer ejercicio diario y programar siestas cortas durante el día.
En casos más graves es mejor consultar a un especialista, ya que, el tratamiento contra esta enfermedad depende de muchos factores.
Apnea del Sueño
Este trastorno es bastante molesto, especialmente, para el acompañante. Los ronquidos van acompañados de repetidas pausas respiratorias de no más de 10 segundos. En caso que esas pausas fuesen de duración mayor, sería recomendable consultar con un especialista.
Esto provoca que la persona que lo sufre se despierte con la sensación de no haber descansado, con dolor de cabeza y sequedad en la boca.
Consejos
Para aliviar los efectos de la apnea o erradicarla, se aconseja bajar de peso (si se tiene sobrepeso), evitar el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes, no dormir sobre la espalda y hacer ejercicio ligero por la tarde.
Parasomnias
Las parasomnias son los trastornos que se producen durante el sueño con episodios cortos de despertar sin interrumpir el sueño. Existen muchos tipos, pero solo vamos a mencionar tres de los más frecuentes:
Bruxismo
Este trastorno asociado, especialmente, con el estrés, se caracteriza por la presión que se ejerce en la mandíbula y provoca un desgaste en los dientes o, en casos más graves, dislocación o deformación de la mandíbula. Durante el sueño, la persona no es consciente de ese movimiento y se despierta con dolor en esa zona.
Para aliviar los síntomas y evitar consecuencias más graves, se suele usar una férula de descarga para evitar el roce con los dientes, así como técnicas de relajación.
Pesadillas
Sueños terroríficos que te dejan con un mal sabor de boca y te hacen despertar con agitación y sudores.
Todo o casi todo el mundo ha sufrido de pequeño alguna pesadilla. Es un fenómeno que suele afectar a los niños, pero que también de vez en cuando a los adultos, pero con menos frecuencia.
El hecho de tener este tipo de sueños no es algo grave y con el tiempo van disminuyendo. En los casos que se vuelvan muy repetitivos a causa del estrés, ansiedad, depresión o algún otro episodio traumático, es bueno realizar ejercicios de relajación e intentar remitir el problema en un corto espacio de tiempo.
Sonambulismo
Finalmente llegamos a uno de los trastornos más curiosos lleno de leyendas urbanas. Se dice que no se puede despertar a una persona sonámbula porque le podría causar un trauma o algo peor.
Dejando los mitos a un lado, es un trastorno que provoca que la persona afectada realice acciones sencillas (ir al baño, intentar abrir una puerta, ponerse los zapatos, etc.) mientras está durmiendo. Al día siguiente no recuerda nada.
Si se despierta a una persona sonámbula, lo único que le puedes provocar es confusión y de no saber dónde está. En estos casos, es mejor acompañarlo de nuevo a la cama, y tomar medidas de precaución como cerrar bien puertas y ventanas para evitar cualquier accidente grave.
¿Alguna vez has sufrido o sigues sufriendo alguno de estos trastornos? ¿Conoces alguno más? ¡Cuéntanos tu experiencia!