El planeta cuenta con un campo magnético cuya finalidad es garantizar la vida en la Tierra tal y como la conocemos. Este campo magnético hace que la Tierra actúe como un imán con sus correspondientes polos, que precisamente no son el Polo Norte y Sur geográficos que tenemos en mente, sino el norte y el sur magnéticos que indican las brújulas. Estos polos magnéticos, a su vez, se definen como el lugar donde el campo magnético es perpendicular a la superficie, por lo que en latitudes altas son bastante imprecisas. La alteración de los polos magnéticos puede tener graves consecuencias.
Hasta ahora se pensaba que el Polo Norte magnético estaba aproximadamente a unos 1.600 kilómetros del norte geográfico, cerca de Canadá. No obstante, las nuevas mediciones han mostrado unos resultados más que sorprendentes e inquietantes llevando a los científicos a realizar una actualización de urgencia durante esta semana en el Modelo Magnético mundial, un modelo que describe el campo magnético y controla la navegación moderna. Aunque esta actualización de la localización exacta del norte magnético es algo normal, en esta ocasión se ha tenido que adelantar casi un año por el escenario en el que nos encontramos.
Pero, ¿qué ha sucedido?
El problema actual que concierne a los científicos es que el Polo Norte magnético se ha desplazado a una increíble velocidad, más de lo que debería. Si bien se encontraba cerca de Canadá, ahora se ha observado un importante desplazamiento hacia Siberia, concretamente un desplazamiento de 2.300 kilómetros.
La alteración de los polos magnéticos no es nada nuevo ni nada por lo que preocuparse. De hecho los polos magnéticos se han invertido varias veces a lo largo de la historia y los científicos estiman que estos se invierten cada 200.000 o 300.000 años, aunque ya han pasado más de 700.000 años desde la última inversión.
El problema actual es la velocidad a la que se da la alteración de los polos magnéticos ya que antes lo hacía a una velocidad de unos 15 kilómetros al año pero las últimas mediciones han mostrado que lo ha hecho a 55 kilómetros por año desde el 2000.
Lo más paradójico es que los científicos no encuentran un razonamiento que explique y dé respuesta a por qué se está produciendo esta alteración. Aunque se cree que podría ser causa de cambios en el interior del núcleo terrestre, todavía no se tiene ningún dato fiable sobre el tema.
Consecuencias de la alteración de los polos magnéticos
Aunque este desplazamiento del Polo Norte magnético no significa que la inversión vaya a darse irremediablemente, es importante conocer las consecuencias que podría tener este fenómeno en la Tierra si se diera.
Según los científicos, un gran desplazamiento o la inversión total del polo podría afectar tanto a los sistemas de navegación, como provocar una verdadera catástrofe ecológica. No obstante, apuntan que, en el futuro cercano, no creen que una catástrofe de gran escala sacuda a la Tierra.
Por un lado, todos estos desplazamientos podrían provocar alteraciones en los sistemas de navegación que utilizan barcos, aviones o dispositivos GPS, algo que afecta nuestro día a día porque los usamos de forma rutinaria. Pero, ¿cómo es que el desplazamiento del Polo Norte magnético puede afectar a estos sistemas de navegación? Pues bien, aunque nosotros no percibamos este desplazamiento y nos pueda parecer que 55 kilómetros al año es una cifra baja, para un sistema tan complejo y preciso como es el GPS de nuestro teléfono móvil, supone un gran cambio y percibe la diferencia de forma considerable. Si estos desplazamientos llegaran a afectar a los dispositivos GPS, aplicaciones que usan el GPS de base, como Safe365, se verían gravemente perjudicadas. De todas formas, ahora mismo no hay de qué preocuparse ya que no se espera que esto ocurra en un futuro cercano.