Las personas mayores, a medida que avanzan los años, son más vulnerables a la caídas. Si eres testigo de una caída, es importante seguir unos consejos para no agravar la situación y evitar todo tipo de lesión.
¿Cómo actuar frente a la caída de una persona mayor?
Como previamente habíamos hablado en otro artículo, existen varios factores que pueden ayudar a minimizar el riesgo de caídas, como entrenar el equilibrio o mantenerse activos (por ejemplo haciendo ejercicio).
¿Cómo ayudar a la persona a levantarse?
Ante una situación de caída, es muy importante mantener la calma antes de realizar las siguientes acciones:
- Primero, comprueba la condición de la persona (¿está consciente o inconsciente? ¿Lesionada o no? ¿Respira? ¿Existe sangrado o hemorragia? ¿Alguna fractura?). Si la lesión es grave, debes llamar inmediatamente a emergencias. Si hay perdida de conocimiento, no levantes a la persona y colócala en posición de seguridad (tumbada sobre un costado, con la pierna superior flexionada y uno de los antebrazos debajo de la cabeza).
- Comprueba también que el entorno sea seguro (retirando cualquier objeto próximo al accidentado que pudiera causar algún daño).
- Antes de intentar levantarla, es mejor ganarte la confianza de la persona: presentándote si no la conoces y tranquilizándola.
- Si la persona es consciente y no puede levantarse, ayúdala a encontrar una posición cómoda, sin tirar de sus brazos ni manipulando su cabeza o cuello.
Te explicamos aquí los pasos a seguir para un levantamiento seguro:
- Intenta posicionar la persona tumbada boca arriba y los brazos estirados al lado del cuerpo. Lo ideal es buscar dos sillas para usarlas como puntos de apoyo, colocando una a los pies de la persona, y la otra al nivel de su cabeza.
- Ponte detrás de su cabeza y pide a la persona de levantar el tronco poco a poco. Puedes ayudarla empujando suavemente.
- En este momento, la persona tiene que flexionar las rodillas quedando sentado en el suelo. Esto facilitará su levantamiento.
- Haz que la persona tumbe sus rodillas hacia un lado y coloca sus manos con las palmas en el suelo (del mismo lado que las rodillas). Apoyando sus manos, la persona debería conseguir ponerse en la posición de cuatro patas.
- Acerca una silla para que la persona apoye sus antebrazos y consiga levantarse. Puedes hacerle girar y sentarla en la misma silla, para dejarla descansar un rato.