El mundo en el que vivimos se hace más y más cosmopolita. Viajamos frecuentemente, cruzamos el mundo en unas horas, conocemos a gente de otros países y culturas, etc. Sin duda, esta evolución nos impulsa a aprender nuevos idiomas ya sea para viajar, para relacionarte con otras personas o bien por razones profesionales.
Pero cuando se trata de aprender un idioma, quizás haya algo que no te parece tan justo. Puede que luches durante años para aprender un nuevo idioma, mientras que un niño puede regresar de un verano en otro país dominando perfectamente el idioma. Los niños tienen más facilidad para aprender idiomas pero, a medida que envejecemos, más difícil se vuelve. Entonces, ¿cuándo llega a ser demasiado tarde?
Sabemos que para llegar a una fluidez total y hablar sin acento, es mejor comenzar a una edad más temprana, a pesar de eso, muchas personas que empiezan a aprender nuevos idiomas en la edad adulta alcanzan un nivel muy alto de fluidez.
Un estudio, basado sobre datos de más de medio millón de personas, revela que los que estaban aprendiendo inglés y tenían un dominio más nativo, habían empezado antes de los 18 años. Después de esa edad, la capacidad de adquirir fluidez disminuye. Sin embargo, muchos de los participantes que comenzaron más tarde habían alcanzado un muy buen nivel.
¿Que significa exactamente hablar con fluidez?
Quizás aquí conviene explicar un poco su significado.
Si “hablar con fluidez” significa hablar como un nativo, entonces la ventana de lograrlo parece cerrarse en la edad adulta. Pero si significa “capaz de hablar de cualquier tema de la vida diaria” incluso a un nivel muy alto, la ventana de posibilidades permanece abierta con los nuevos idiomas.
¿Porque lo niños lo tienen más fácil con los nuevos idiomas?
La razón por la que los niños son más rápidos que los adultos en el aprendizaje de nuevos idiomas no es solo debido a que su cerebro sea más ágil adquiriendo conocimientos, sino también a otras restricciones que conlleva el envejecimiento. Los adultos se ocupan de varias cosas por lo que las condiciones de las que disponen para aprender nuevos idiomas no son tan buenas. Al contrario, los niños tienen mucho tiempo para estar totalmente inmersos en un idioma y tienen más motivación debido a la utilidad de aprenderlo para abrir puertas en el futuro.
Es cierto que los niños tienen más facilidad para adquirir el idioma, pero los adultos disponen de una competencia lingüística que los niños no tienen. Al aprender un nuevo idioma, los adultos quieren poder expresarse de manera literaria (lo que representa un cierto nivel de complejidad). La mayoría de los estudiantes más jóvenes no buscan tanto profesionalismo en el lenguaje.
Los mayores que quieren aprender nuevos idiomas pueden encontrar soluciones para poner todas las posibilidades de su lado. Pueden descubrir cómo estar rodeados por el lenguaje y motivados para usarlo. Aprender un idioma no es fácil, pero no es solo la edad lo que lo hace difícil.
Hoy en día existen nuevas herramientas para aprender un idioma de manera interactiva y entretenida con aplicaciones, tales como, Babel o Duolingo. Además, ambas tienen una prueba gratis.
Y tú, ¿estás aprendiendo un idioma? ¿cúal? ¿Lo encuentras difícil? ¿Qué consejos podrías dar?