Aunque salir a tomar algo con los amigos puede parecer una forma productiva de superar un estado de ánimo melancólico, a veces preferimos quedarnos en casa con una película triste y pensar en esa tristeza para sentirnos mejor. ¿Pero es realmente saludable?
Según la psicología, puede ser saludable y existen por lo menos 4 razones que explican porque muchas personas disfrutan de películas que les hacen llorar.
Las películas tristes permiten a las personas experimentar sus emociones.
Ver películas tristes así como escuchar música triste o recordar eventos pasados puede ser terapéutico. Puede ser un hábito saludable si la persona está buscando un buen llanto. Si bien este método es saludable con moderación, no debería ser el único recurso de la persona para expresar emociones. También existen otros métodos como escribir un diario, hablar con un amigo cercano e incluso seguir una terapia.
Se crea una sensación de empatía y vinculación con los personajes.
Identificarse con un personaje en una película es una forma de experimentar empatía. Las películas pueden ayudarnos a entender mejor algunas situaciones o personas de nuestra propia vida. Las películas permiten reflexionar. La vinculación con los personajes, incluso cuando son ficticios, puede hacer que las personas se sientan menos aisladas en sus propias luchas.
La historia a menudo hace que las personas se sientan mejor acerca de sus propias vidas.
Experimentar tristeza en una película puede incluso hacer que la persona se sienta un poco mejor porque es capaz de separar lo que está pasando en la película, con lo que está pasando realmente en su vida. Ver a otra persona enfrentarse a una situación similar o peor puede ayudar a poner las cosas en perspectiva.
Llorar libera oxitocina y otras endorfinas.
Existen beneficios físicos de un buen llanto. Un estudio ha demostrado los beneficios calmantes del llanto a través de la liberación de oxitocina, la activación del sistema nervioso parasimpático (SNP) y las endorfinas. La liberación de estas hormonas puede aumentar nuestra tolerancia al dolor físico y al emocional.
Aunque ver películas tristes puede ser terapéutico, no lo es para todos. Para algunas personas, la sensación de conectividad emocional puede ser demasiado alta. Si es tu caso, puedes probar la meditación o el yoga para ayudarte a conectar con tus emociones.
Y tú, ¿disfrutas de las películas tristes?