¿Qué pasa si una persona mayor duerme mucho? A menudo se piensa, con cierta razón, que dormir un número adecuado de horas, generalmente más de las que solemos permitirnos, es beneficioso para la salud. Sin embargo, rara vez se discute qué podría suceder si se duerme en exceso. Cuando se aborda este tema, suele hacerse desde una perspectiva general que aplica a adultos de mediana edad, pero nuestros mayores constituyen un grupo con necesidades distintas. ¿Cuáles son las implicaciones de que una persona mayor duerma demasiado?
Dado que no podemos aplicar el mismo estándar de funcionamiento que en un cuerpo humano adulto, es crucial que tanto familiares como cuidadores comprendan que el exceso de sueño puede conllevar diversas consecuencias y revelar la raíz de algún problema o anomalía. Es fundamental estar informados y aprender a interpretar ciertos síntomas. En este artículo, exploraremos qué puede implicar un fenómeno que inicialmente parece inofensivo e incluso beneficioso.
Las causas más comunes
Conforme vamos creciendo solemos necesitar menos horas de sueño. Una persona adulta, de hecho, puede despertarse antes de su hora por el simple hecho de que ‘no necesita dormir más’. Por eso puede resultar chocante ver a una persona mayor dormir más horas incluso de las recomendadas.
Puede ser, de hecho, indicativo de algún problema que se nos haya pasado de vista. Es importante, si observamos un patrón de sueño anormal, investigar su causa. Hemos reunido algunas de las causas más comunes que pueden pasar cuando una persona mayor duerme mucho:
Causas hormonales
Es una de las explicaciones más plausibles para cuando una persona mayor duerme mucho. Es posible que esté experimentando una serie de cambios hormonales que le impidan estar el tiempo medio despierta. Esto se debe a que los niveles de melatonina, la hormona reguladora del sueño, disminuyen. Con ello nos encontramos ante una somnolencia diurna que antes no se padecía y un aumento en la cantidad de horas de sueño.
Depresión
Que una persona esté más letárgica de lo normal y, por tanto, que duerma durante más tiempo y especialmente de día puede ser indicativo de que esté padeciendo depresión. Esta afección altera los patrones de sueño, también en las personas mayores. De hecho, la aparición de la depresión es mucho más común de lo que pensamos en adultos mayores porque suele manifestarse de manera distinta a personas más jóvenes. En lugar de experimentar una tristeza intensa, los ancianos con depresión pueden mostrar síntomas como somnolencia excesiva, fatiga y falta de energía.
Enfermedades
Existen cierto tipo de enfermedades y condiciones médicas que pueden alterar los patrones de sueño de las personas mayores. Una de ellas es la apnea del sueño, una condición en la que la respiración se interrumpe durante el sueño. Hay muchas más posibilidades de que la padezcan adultos mayores y puede causar somnolencia diurna excesiva.
Otras afecciones relacionadas con un sueño excesivo pueden ser diabetes, Alzheimer y trastornos del sueño (como el síndrome de piernas inquietas, que también pueden contribuir al aumento en las horas de sueño).
Estilo de vida
También será fundamental tener en cuenta el estilo de vida de la persona mayor y monitorizarlo para ver si aparece alguna irregularidad. Si no tienen muchas actividades que hacer por la mañana es posible que se sientan menos motivados para levantarse temprano y acaben durmiendo más. Algunos medicamentos que se utilizan sobre todo en adultos mayores pueden causar somnolencia como efecto secundario, lo que podría llevar a un aumento en la duración del mismo.
Queremos recalcar que las causas que acabamos de comentar sobre por qué una persona mayor duerme mucho son una guía de referencia. Existen también otros motivos, quizá más genéticos, por lo que es fundamental entender que es un médico el que tiene que ofrecer un diagnóstico oficial y con él el tratamiento que considere más adecuado.
La evaluación y el manejo de los hábitos de sueño de una persona mayor deben realizarse caso por caso y los familiares o cuidadores tendrán que atender al paciente siguiendo las directrices médicas dictaminadas. Es muy importante no auto-diagnosticar ni restarle importancia a los comentarios que quizá nos hagan nuestros mayores sobre su cuerpo y estado de salud para poder tomar cartas en el asunto cuanto antes y reducir todo lo posible el dolor o las molestias.
Las consecuencias
Al igual que con las causas, las consecuencias de que una persona mayor duerma más de lo normal pueden ser varias y dependen del origen de la afección y del propio estado de salud del paciente. Hemos recopilado algunas de las más comunes para que los familiares o cuidadores estén atentos si las observan:
Riesgo de caídas
Dormir en exceso puede llevar a una disminución en la actividad física y la movilidad. Tener el cuerpo más entumecido aumenta el riesgo de caídas y lesiones, especialmente en personas mayores que pueden tener problemas de equilibrio por la edad.
Aislamiento social
Cuando pasamos más tiempo en casa, es probable que interactuemos menos con amigos o familiares. Para una persona mayor, esto puede llevar a una sensación de soledad no deseada e incluso a depresión debido a la reducción de actividades sociales e interacciones con otros.
Deterioro cognitivo
Algunos estudios indican que dormir en exceso podría estar relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores, incluyendo demencia y pérdida de memoria.
Cambios en el estado de ánimo
Dormir mucho puede afectar el estado de ánimo de una persona mayor, causando irritabilidad, letargo o falta de motivación.
Calidad de vida
En general, el exceso de sueño puede afectar negativamente la calidad de vida de una persona mayor porque interfiere con su capacidad para participar en actividades diarias, mantener relaciones sociales y disfrutar de la vida en general.
Posibles tratamientos
Afortunadamente, existen formas de paliar este sueño excesivo en personas mayores en particular. Todo dependerá, por supuesto, de la causa de la afección y de las características físicas del paciente en particular. La parte positiva es que existen diferentes enfoques terapéuticos para abordar el problema:
Tratamiento de la causa subyacente
Consiste en identificar y tratar cualquier condición médica o trastorno que esté contribuyendo al exceso de sueño, como la apnea del sueño, la narcolepsia, la depresión u otras afecciones médicas. Encontrando y cortando la raíz solucionaremos un síntoma del mismo.
Ajustes en el estilo de vida
Se puede analizar las rutinas diarias de la persona mayor para ver si es posible implementar hábitos de sueño saludables (mantener un horario de sueño regular, evitar la cafeína y las siestas largas durante el día, etc.). Uno de los primeros cambios que se suelen hacer cuando hay un problema de sueño es buscar crear un ambiente propicio para dormir. Se pueden bajar las persianas para que entre menos luz, crear un horario para acostarse o realizar alguna actividad relajante antes acostarse, entre otros.
Medicamentos
Hay ocasiones, si así lo especifica el médico, en las que se recetan medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de la hipersomnia u otros trastornos del sueño subyacentes. Sin embargo, su uso suele estar reservado para casos en los que otras medidas como las que hemos comentado no han sido efectivas.
Hipersomnia, otra posible causa
Aunque las causas que hemos comentado son las más comunes, también existe otro posible origen para entender por qué una persona mayor duerme mucho. Esa es la hipersomnia, un trastorno del sueño que se caracteriza por una somnolencia excesiva durante el día y una necesidad de dormir más horas de lo habitual.
Sus síntomas son similares a algunos de los que hemos descrito arriba, pues afecta a la calidad de vida de la persona y dificulta su funcionamiento diario. La hipersomnia puede estar asociada a diversos factores, como trastornos neurológicos, condiciones médicas subyacentes o efectos secundarios de medicamentos. Es posible que se manifieste como síntoma de narcolepsia, por ejemplo, donde una persona experimenta episodios repentinos de sueño durante el día. La apnea del sueño, la cual interrumpe el sueño y provoca somnolencia diurna excesiva, también puede ser otro trastorno a valorar si aparece hipersomnia.
Es relevante tener en cuenta que esta puede ser una condición crónica o temporal, dependiendo de la causa subyacente. Por lo tanto, si una persona mayor presenta síntomas, es fundamental buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Sin embargo, ¿qué podemos hacer cuando el problema ya está identificado y se está tratando? Es normal seguir estando preocupado por nuestros mayores pese a saber el origen del problema.
Por eso en Durcal quisimos ir un paso más allá y ofrecer un pequeño gran salvavidas a la persona mayor y tranquilidad a toda la familia. Nuestro reloj de teleasistencia ofrece una cobertura completa gracias a su tecnología para detectar caídas y constantes vitales, entre otras características.
Gracias al GPS del reloj, los familiares o cuidadores pueden ver en el mapa su ubicación y saber si sale o llega a casa sin invadir el espacio del mayor o prohibirle salir. Además, como está conectado con la central de emergencias las 24h, al pulsarlo, esta se pone en contacto a través del reloj para atender la emergencia gracias a su micrófono y altavoz integrados.
Algunas formas de mejorar los patrones de sueño
Para las personas mayores que experimentan problemas con el sueño prolongado, implementar algunas estrategias puede marcar una diferencia significativa en la calidad y la cantidad de descanso que obtienen. Aquí hay algunas recomendaciones prácticas:
Establecer una rutina regular de sueño
Es fundamental mantener horarios consistentes para irse a la cama y despertarse. Esto ayuda a regular el reloj interno del cuerpo, facilitando el sueño y despertar naturalmente.
Crear un entorno de sueño adecuado
El ambiente donde se duerme juega un papel crucial. Asegúrate de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura confortable. Considera el uso de cortinas opacas, tapones para los oídos o máscaras para los ojos si es necesario.
Realizar actividad física regularmente
El ejercicio físico moderado durante el día puede promover un sueño más profundo y reparador por la noche. Sin embargo, evita realizar actividades vigorosas justo antes de acostarte, ya que esto puede tener el efecto contrario.
Mantener una dieta equilibrada y evitar estimulantes
Limitar el consumo de cafeína y evitar comidas pesadas antes de acostarse puede facilitar el proceso de conciliación del sueño.
Consulta médica
Es crucial que las personas mayores que experimentan cambios significativos en sus patrones de sueño consulten con un profesional de la salud. Un médico puede ayudar a identificar y tratar posibles problemas médicos subyacentes, como trastornos del sueño, depresión o condiciones médicas que podrían estar contribuyendo al exceso de sueño.
Tomar medidas proactivas para mejorar la calidad del sueño no solo puede tener un impacto positivo en la salud física y mental, sino también en la calidad de vida general de las personas mayores. A través de pequeños ajustes en el estilo de vida y la atención médica adecuada, es posible recuperar un ciclo de sueño saludable y restaurador.
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